sábado, 12 de enero de 2013

Ya viene el azote!!!

Estaba durmiendo y tuve un sueño tan fuerte que me atemorizó, porque me vi dentro del sueño y quería despertar y no podía y cuando desperté yo no quería volverme a dormir y luego cuando me quedé dormida otra vez continuó el sueño, como que: "…ok aquí fue donde quedaste…" y el sueño continuó. Y escuché la voz de Dios en el sueño que me dijo “mira esto”, y fue cuando me vi dentro del sueño.




Vi el cielo y de repente estaba tan congestionado de aviones, nunca he visto el cielo con tanto tráfico de aviones y cuando observo bien, veo que eran aviones de guerra y me asusto y digo ¿qué es esto? y la voz me dijo: “Ya no serán rumores de guerras”. 
Eran muchísimos aviones y estaban por todas partes del mundo (quiero decir que estaban por todos los países), y las personas no sabían lo que estaba sucediendo en el cielo y de repente comenzaron a atacar.
Fue un ataque de sorpresa. El ruido de muchas bombas, explosiones. Esto fue lo que me atemorizó en el sueño
Luego paso a otro sueño y veo en la tierra personas que están allanando las casas, y veo hombres que están afuera de las casas mirando por las ventanas hacia adentro y luego caminan y caminan alrededor de las casas y rociando un líquido y luego les prenden fuego; y en el sueño me dan a conocer que en estas casas viven cristianos, pero que no están viviendo una vida consagrada a Dios, no están apercibidos.

Y escucho la voz del Señor bien fuerte y dice: 
es por eso que les digo que oren y ayunen”.
Luego veo otras casas cristianas al frente de la que quemaron y estas casas no le hicieron nada, porque no las vieron; para ellos estas casas estaban invisibles

Y la voz me dijo: "Yo las cuido, las protejo, están orando, ayunando guardan mis mandamientos, ellos ungieron la casa y se ungieron. Están apercibidos".

"La oración es muy importante para estos días, oren, oren, porque vienen días difíciles. Yo los cuidaré pero tienen que orar, ayunar, guardar mis mandamientos, guarden alimentos, agua". 
Vi que ya no se podía comprar comida, todo estaba demasiado caro y luego vi que ya no había comida, había una escasez de alimento, ya no se podía sembrar, cosechar, todo estaba seco. Había mucha pobreza, la penuria económica era grande y muy delicada.


Las personas estaban agresivas, violentas, enojadas y de verdad que no vi un poco de amor en esas personas; querían arrebatarle a otras personas los que habían guardado.

Había mucho egoísmo, pleito, desunión o sea oposición de opiniones y falta de armonía entre personas, no había confianza, solo había mucha incertidumbre.
Había un caos, muchos disturbios. No se podía estar fuera de casa.
En el sueño vi muchas personas que se encerraban en sus casas y como tenían provisión estaban tranquilos, orando, ayunando, leyendo la biblia y como esperando una señal, ellos sabían que algo iba a acontecer en cualquier momento, miraban al cielo y tenían en sus rostros una paz, y oraban y extendían sus manos al cielo. Era como que ya iba a acontecer algo maravilloso en ese momento.
Y fue cuando desperté del sueño; y dentro de mi sentí esto: Estas personas estaban esperando el arrebatamiento, y recordé este versículo Romanos 8:16-17 El Espíritu de Dios se une a nuestro espíritu, y nos asegura que somos hijos de Dios. Y como somos sus hijos, tenemos derecho a todo lo bueno que él ha preparado para nosotros. Todo eso lo compartiremos con Cristo. Y si de alguna manera sufrimos como Él sufrió, seguramente también compartiremos con Él la honra que recibirá.

Eunice Fincher
Atalaya.

Fuente:RugeelleondelatribudeJuda

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